martes, 11 de febrero de 2025

EL OLVIDADO HOSPITAL DE LA MISERICORDIA “VIEJO”. UN DOCUMENTO PARA SU HISTORIA

 

Trifón Muñoz y Soliva, en su “Noticia de todos los Ilustrísimos Señores Obispos que han regido la diócesis de Cuenca”, nos habla del espíritu filántropo del obispo Antonio Palafox, ya desde su etapa como arcediano de Cuenca, y nos informa de que, entre otras fundaciones, destaca su colaboración en la construcción de la Casa de la Misericordia, a partir del año 1784, cuando todavía era arcediano de Cuenca, con el fin de atender a enfermos y ancianos sin recursos; una institución que, a partir del fallecimiento del obispo Flores Pabón, sería agregada a la Casa de Recogidas, que él mismo había fundado, haciéndose él cargo de gran parte de los recursos necesarios para su mantenimiento. Sin embargo, hay noticia de que existía, al menos ya desde el siglo XV, otro “Hospital de la Misericordia”, situado en la calle que hasta buena parte del siglo XX se llamaba de esta forma, junto a la Carretería, y frente a lo que entonces era el convento de San Francisco, actual iglesia de San Esteban. La primera referencia que tenemos de dicho hospital nos la proporciona José María Sánchez Benito, a partir de un documento procedente del Archivo Municipal de Cuenca. Se trata de una donación realizada en 1438 por el concejo de la ciudad a los cofrades de cierto cabildo, de una cantidad de tres mil reales para apoyar la construcción de un hospital.


A partir de este momento, varios son los interrogantes que podemos hacernos a este respecto. ¿Tiene algo que ver este cabildo-cofradía de la Misericordia, con el cabildo homónimo que sería autorizado un siglo más tarde, en 1527, por el emperador Carlos V, con el fin de enterrar a los ajusticiados? ¿Se trata del mismo hospital, que pervivió a lo largo de varias centurias, hasta su incorporación a la Casa de Recogidas de Flores Pabón? ¿Tiene en realidad algo que ver este hospital con la Çasa de la Misericordia de Palafox, creada, como es sabido, en un espacio muy diferente, junto al Júcar, enfrente, y al otro lado del puente, de la iglesia de San Antón? La falta de documentación sobre este hospital contribuye a que resulte muy difícil responder a estas y otras preguntas que podemos hacernos.


He podido encontrar, muy recientemente, entre los fondos del Archivo Histórico Provincial de Cuenca, un documento que parece incidir en que se trata de edificios diferentes. Fechado en 1828, se trata de un “reconocimiento y tasación hecho por Nicolás Gómez, vecino y maestro de obras de Cuenca, de los materiales necesarios para construir el piso nuevo y tejado hundido de la Casa de la Misericordia Vieja, en la calle de Carretería, frente al convento de San Francisco (signatura 111; CO-05/020). En efecto, el documento parece indicar que por aquel entonces, muy adentrado ya el siglo XIX, y por lo tanto, más de cincuenta años después de la construcción de la obra de Antonio Palafox, aún existía este edificio, cuya gestión, por otra parte, es fácil suponer, también se va a incorporar poco tiempo después, como el resto de los hospitales, a la Diputación Provincial, una vez estas instituciones, que habían sido creadas a principios del siglo XIX, con las Cortes de Cádiz, se asentaran definitivamente, al amparo del régimen liberal.

Paso aquí a transcribir literalmente el documento encontrado, por su especial interés y, sobre todo, por la escasez de documentación existente sobre este hospital: “Digo yo, Nicolás Gómez, vecino y maestro de obras de esta ciudad, que en ejecución y cumplimiento de lo que se me ha mandado por el Y. L. Ayuntamiento realista  de esta dicha ciudad, he pasado a ver, reconocer y tasar los materiales necesarios para cubrir el tejado y echar el piso que falta, en toda la parte que mira a poniente, hasta el calicanto que divide todo el patio último de la entrada, y primero que mira al estado poniente, incluso en el insinuado patio y pasillos correspondientes a él, de la casa nominada de la Misericordia Vieja, sita en la calle hoy llamada de la Carretería, frente al convento de padres franciscanos de esta ciudad, y sin inclusión de otra obra de reparo alguno de la indicada casa, suelo, puerta ni ventana, que sólo el mencionado piso y tejado. Asciende el valor de las maderas necesarias, teja, clavazón y uso, a la cantidad de diez mil cuatrocientos noventa y siete reales y dieciséis maravedíes, sin inclusión del coste de jornales o de manos, que no pongo, por poder ser estos más bajos a dicho costo, cuyos materiales, en el tanteo que a V. y L. acompaño a esta declaración, son los precios necesarios para dicha reparación, bajo el pie a que si estos materiales bajan de valor que llevan puestos, y el que hoy corre, bajara dicha cantidad, que es cuanto puedo decir, en desempeño de mi cargo. Cuenca y febrero 14, de 1824.”

Pasa a continuación el propio maestro de obras a pormenorizar el presupuesto de costes, punto por punto. Más allá de ese presupuesto pormenorizado, se trata, como se ha podido ver, de uno de esos documentos de carácter económico, que abundan en los protocolos notariales, y en otras secciones del Archivo Histórico Provincial, cuyo principal interés principal radica en el hecho de que es uno de los escasos documentos que sobre este hospital han llegado hasta nosotros; y, sobre todo, en que, al menos aparentemente, todavía se encontraba en uso en las primeras décadas del siglo XIX. De ahí, el interés que el Ayuntamiento de la ciudad, que el año anterior, como en todo el país, había vuelto a caer en manos de los absolutistas, una vez terminada la segunda aventura política de los liberales, tenía para restaurar el edificio, con el fin de seguir asistiendo en él a los necesitados.

También es interesante el hecho de que el edificio, se encontraba frente al convento de San Francisco, es decir, en su misma jurisdicción geográfica, como pasaba también con el viejo cabildo homónimo. El hecho, aunque por sí mismo no demuestra nada, sí parece incidir en la posible relación con éste, el cual, por otra parte, ya se había convertido para entonces en cabildo de la Vera Cruz, alternando así su función social, la de enterrar a los pobres y ajusticiados, con otra función meramente penitencial, a través de la creación de hermandades satélites: la de organizar la procesión del Jueves Santo. Por otra parte, a lo largo de todo el siglo anterior aquellas hermandades dependientes del cabildo matriz ya se habían independizado por completo, y treinta años después de que este documento fuera redactado, llegarían a unirse de nuevo, constituyendo la archicofradía de Paz y Caridad. (ver “La hermandad de la Vera Cruz de Cuenca. Antecedente directo de la archicofradía de Paz y Caridad”, 5 de abril de 2019; “De cabildo de la Vera Cruz  a archicofradía de Paz y Caridad. La procesión del Jueves Santo en Cuenca”, 13 y 20 de abril de 2019; El cabildo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Misericordia, protohistoria de la Semana Santa de Cuenca”, 21 de marzo de 2021).








El podcast de Clio: EL OLVIDADO HOSPITAL DE LA MISERICORDIA

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