Normalmente,
cuando miramos al otro sólo desde nuestra propia perspectiva, tendemos a caer
en una serie de estereotipos, que imposibilitan una verdadera comprensión del
problema, y cuando ese otro es visto, además, como una amenaza para nuestro
sistema de valores, incluso para nuestra propia seguridad, esa incomprensión se
acrecienta de manera insoluble. La emigración ha colocado al mundo musulmán
dentro de nuestras fronteras, pero eso no hace que nosotros podamos conocer
mejor al musulmán que antes, cuando sólo conocíamos de él lo que nos contaban
los libros o, en todo caso, la imagen que traían os escasos viajeros que habían
podido llegar a contactar con ellos. La amenaza del terrorismo fundamentalista,
entre otros aspectos, nos ha hecho pensar que todos los musulmanes son iguales,
que todos son terroristas en potencia, y éste es un problema en sí mismo,
porque no nos permite luchar contra ese terrorismo, contra el verdadero
enemigo, que en realidad no es el conjunto de todos los musulmanes, sino el
propio terrorista, con la fuerza con la que deberíamos hacerlo. En efecto, entender
las diferencias entre sunitas y chiitas, comprender mejor lo que de verdad
significa la sharía entre ellos, nos ayudaría a identificar mejor a ese enemigo
y, como consecuencia de ello, poder hacerle frente de una manera mucho más
eficaz.
Éste es el principal valor del libro
que vamos a comentar hoy: “El Islam en el siglo XXI”, de Samir Khalil Samir. Es
cierto que su autor no es un musulmán, a pesar de que su nombre pudiera indicarnos
que lo es, sino un cristiano, jesuita por más señas, que nació en El Cairo en
1938. Pero es cierto también que pertenece por tradición cultural a ese mundo
árabe, en el sentido menos estricto de la palabra, no en el puramente
geográfico, ni tampoco, desde luego, en el sentido religioso. Es precisamente
ello, su doble pertenencia al mundo árabe y al mundo cristiano, lo que permite
identificar mejor el problema, y ofrecer a los europeos un análisis en
profundidad del mismo, más allá de absurdas interpretaciones superficiales, al
estilo de lo que se ha venido a llamar la “alianza de las civilizaciones”, tan
de moda en el mundo pseudo-progresista occidental, y más allá de esa no menos
superficial interpretación de que todo musulmán es enemigo de la civilización moderna.
El libro apareció siguiendo la
estela de otra publicación anterior del jesuita egipcio, uno de los más
destacados islamólogos actuales. Aquel volumen, bajo el título bastante
clarificador de “Cien preguntas sobre el Islam”, era en realidad una especie de
libro-entrevista, en el que el autor se enfrentaba a las preguntas de dos
periodistas italianos, Giorgio Paolucci y Camille Eid, y fue publicado en el
país alpino por el Centro di Studi sull’Ecumenismo, a raíz de los atentados del
11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Del libro se hizo también una edición
en España por Ediciones Encuentro, y en él se ofrecen al lector algunas
respuestas interesantes a los muchos interrogantes que se nos abren a la hora
de intentar entender mejor el problema: ¿Cómo nació el Islam? ¿Es de verdad el
Islam una religión violenta? ¿Qué esperanza hay de que al final se pueda
conseguir un mutuo entendimiento entre musulmanes y cristianos? ¿Se puede
llegar a una especie de pacto entre las tres religiones del libro,
cristianismo, judaísmo e islamismo?...
Como el otro, éste que vamos a
analizar es también una entrevista, y no un libro del sabio islamólogo
cristiano stricto sensu. Pero en esta ocasión se trata de una entrevista
realizada por un periodista español, cristiano también como el propio Samir, y
profundamente comprometido como él, miembro destacado del movimiento católico
Comunión Liberación: Fernando de Haro. Analizar el libro en profundidad nos
llevaría a otro trabajo de interpretación similar a lo que César Herrero
Hernansanz realizó con el libro anterior, y en todo caso, es tarea que se nos
escapa en un espacio limitado como éste, y sobre todo, de nuestras propias
posibilidades. Por ello, me limitaré a continuación a destacar, de manera casi
telegráfica, algunos de los aspectos más destacados de los que se tratan en el
libro:
-
La guerra entre suníes y chiíes, una
guerra que no es sólo una manera de hablar, sino algo muy real, tal y como
podemos ver en el caso de la guerra de Siria, o en otros conflictos armados que
se han venido produciendo en el conjunto del mundo árabe desde hace ya mucho
tiempo.
-
La eclosión de las primaveras árabes, y lo
que representó de verdad este hecho, o dejó de representar, para el desarrollo
del mundo árabe.
-
El papel que los cristianos pueden jugar
en la actualidad para el desarrollo de los países árabes.
-
La integración de los jóvenes musulmanes
europeos de segunda y tercera generación, que ya han nacido en Europa y por lo
tanto son europeos de pleno derecho, en el conjunto de la sociedad de sus
respectivos países.
Son todos ellos, y
muchos más, asuntos acuciantes; asuntos que, como ya hemos dicho, debemos
conocer, porque en un mundo como el actual, en el que el terrorismo de origen
integrista es uno de nuestros principales problemas, identificar realmente al
verdadero enemigo es nuestra principal arma de defensa. Pensar, por el
contrario, que todo musulmán es un enemigo, sería como vivir siempre dentro de
un miedo infinito, y el miedo no ayuda nunca a luchan contra ese enemigo común
que tenemos hoy en día todos los que pertenecemos a este mundo occidental: el
terrorismo.
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