ENTRE PINARES Y CAMPOS DE CEREAL, A MEDIO CAMINO ENTRE SEGOVIA, VALLADOLID Y ÁVILA
Castilla es una tierra de horizontes amplios y memorias hondas, donde el paisaje parece conservar la voz de los siglos. En el corazón de la meseta, entre campos de cereal y pinares perfumados, se alza una ruta que une historia, arte y leyenda: Coca, Cuéllar, Íscar, Olmedo… y Arévalo, para cerrar un ciclo que une a tres provincias castellanas. Cinco nombres que resuenan con ecos de imperio y de teatro, de castillos y de fe. Nuestra primera parada será Coca, la antigua Cauca romana, cuna del último emperador que gobernó sobre un imperio romano todavía unificado: Teodosio el Grande. Nació aquí, en Cauca, hacia el año 347, cuando la meseta castellana formaba parte de una de las provincias hispanas del imperio: la Tarraconensis. Desde estas tierras remotas, Teodosio ascendió a la cumbre del poder imperial, y marcó un destino: fue el emperador que hizo del Cristianismo la religión oficial del Imperio, cerrando así el ciclo que había iniciado Constantino. Después, dividiría definitiva...