Trifón Muñoz y Soliva, en
su “Noticia de todos los Ilustrísimos Señores Obispos que han regido la
diócesis de Cuenca”, nos habla del espíritu filántropo del obispo Antonio
Palafox, ya desde su etapa como arcediano de Cuenca, y nos informa de que,
entre otras fundaciones, destaca su colaboración en la construcción de la Casa
de la Misericordia, a partir del año 1784, cuando todavía era arcediano de
Cuenca, con el fin de atender a enfermos y ancianos sin recursos; una institución
que, a partir del fallecimiento del obispo Flores Pabón, sería agregada a la
Casa de Recogidas, que él mismo había fundado, haciéndose él cargo de gran
parte de los recursos necesarios para su mantenimiento. Sin embargo, hay
noticia de que existía, al menos ya desde el siglo XV, otro “Hospital de la
Misericordia”, situado en la calle que hasta buena parte del siglo XX se
llamaba de esta forma, junto a la Carretería, y frente a lo que entonces era el
convento de San Francisco, actual iglesia de San Esteban. La primera referencia
que tenemos de dicho hospital nos la proporciona José María Sánchez Benito, a
partir de un documento procedente del Archivo Municipal de Cuenca. Se trata de
una donación realizada en 1438 por el concejo de la ciudad a los cofrades de cierto
cabildo, de una cantidad de tres mil reales para apoyar la construcción de un
hospital.
A partir de este momento,
varios son los interrogantes que podemos hacernos a este respecto. ¿Tiene algo
que ver este cabildo-cofradía de la Misericordia, con el cabildo homónimo que
sería autorizado un siglo más tarde, en 1527, por el emperador Carlos V, con el
fin de enterrar a los ajusticiados? ¿Se trata del mismo hospital, que pervivió
a lo largo de varias centurias, hasta su incorporación a la Casa de Recogidas
de Flores Pabón? ¿Tiene en realidad algo que ver este hospital con la Çasa de
la Misericordia de Palafox, creada, como es sabido, en un espacio muy
diferente, junto al Júcar, enfrente, y al otro lado del puente, de la iglesia
de San Antón? La falta de documentación sobre este hospital contribuye a que
resulte muy difícil responder a estas y otras preguntas que podemos hacernos.
Paso aquí a transcribir
literalmente el documento encontrado, por su especial interés y, sobre todo,
por la escasez de documentación existente sobre este hospital: “Digo yo,
Nicolás Gómez, vecino y maestro de obras de esta ciudad, que en ejecución y
cumplimiento de lo que se me ha mandado por el Y. L. Ayuntamiento realista de esta dicha ciudad, he pasado a ver,
reconocer y tasar los materiales necesarios para cubrir el tejado y echar el
piso que falta, en toda la parte que mira a poniente, hasta el calicanto que
divide todo el patio último de la entrada, y primero que mira al estado
poniente, incluso en el insinuado patio y pasillos correspondientes a él, de la
casa nominada de la Misericordia Vieja, sita en la calle hoy llamada de la
Carretería, frente al convento de padres franciscanos de esta ciudad, y sin
inclusión de otra obra de reparo alguno de la indicada casa, suelo, puerta ni
ventana, que sólo el mencionado piso y tejado. Asciende el valor de las maderas
necesarias, teja, clavazón y uso, a la cantidad de diez mil cuatrocientos
noventa y siete reales y dieciséis maravedíes, sin inclusión del coste de
jornales o de manos, que no pongo, por poder ser estos más bajos a dicho costo,
cuyos materiales, en el tanteo que a V. y L. acompaño a esta declaración, son
los precios necesarios para dicha reparación, bajo el pie a que si estos
materiales bajan de valor que llevan puestos, y el que hoy corre, bajara dicha
cantidad, que es cuanto puedo decir, en desempeño de mi cargo. Cuenca y febrero
14, de 1824.”
Pasa a continuación el propio
maestro de obras a pormenorizar el presupuesto de costes, punto por punto. Más
allá de ese presupuesto pormenorizado, se trata, como se ha podido ver, de uno
de esos documentos de carácter económico, que abundan en los protocolos
notariales, y en otras secciones del Archivo Histórico Provincial, cuyo principal
interés principal radica en el hecho de que es uno de los escasos documentos
que sobre este hospital han llegado hasta nosotros; y, sobre todo, en que, al
menos aparentemente, todavía se encontraba en uso en las primeras décadas del
siglo XIX. De ahí, el interés que el Ayuntamiento de la ciudad, que el año
anterior, como en todo el país, había vuelto a caer en manos de los absolutistas,
una vez terminada la segunda aventura política de los liberales, tenía para
restaurar el edificio, con el fin de seguir asistiendo en él a los necesitados.
También es interesante el
hecho de que el edificio, se encontraba frente al convento de San Francisco, es
decir, en su misma jurisdicción geográfica, como pasaba también con el viejo cabildo
homónimo. El hecho, aunque por sí mismo no demuestra nada, sí parece incidir en
la posible relación con éste, el cual, por otra parte, ya se había convertido
para entonces en cabildo de la Vera Cruz, alternando así su función social, la
de enterrar a los pobres y ajusticiados, con otra función meramente penitencial,
a través de la creación de hermandades satélites: la de organizar la procesión
del Jueves Santo. Por otra parte, a lo largo de todo el siglo anterior aquellas
hermandades dependientes del cabildo matriz ya se habían independizado por
completo, y treinta años después de que este documento fuera redactado, llegarían
a unirse de nuevo, constituyendo la archicofradía de Paz y Caridad. (ver “La
hermandad de la Vera Cruz de Cuenca. Antecedente directo de la archicofradía de
Paz y Caridad”, 5 de abril de 2019; “De cabildo de la Vera Cruz a archicofradía de Paz y Caridad. La procesión
del Jueves Santo en Cuenca”, 13 y 20 de abril de 2019; El cabildo de la Vera
Cruz y Nuestra Señora de la Misericordia, protohistoria de la Semana Santa de
Cuenca”, 21 de marzo de 2021).
El podcast de Clio: EL OLVIDADO HOSPITAL DE LA MISERICORDIA
Muchas gracias.
ResponderEliminarC.a.r.l. España