“Las guerras de Yugoslavia”, una mirada al final del siglo XX
Cuando escribo esta entrada, me afloran los recuerdos, todavía recientes, de un viaje que, a finales del mes pasado, realicé por las nuevas repúblicas de Croacia, Bosnia y Eslovenia. Recuerdos de hermosos monumentos históricos, ciudades imperiales, pero también de una guerra que entre 1991 y 1995, y prorrogada después, a caballo entre los dos siglos, en Kosovo y Macedonia, tiñeron de sangre una parte de Europa. Recuerdos que tienen la forma de los agujeros que la metralla de las bombas y de los morteros dejaron en algunos edificios de Dubrovnik o de Zadar; de la Plaza de España, en Mostar, en la que, después de la guerra, tuvo su base un destacamento de cascos azules españoles, que tan buen recuerdo dejaron en la ciudad bosnia; del parque Gandski, en Trebinje, de población mayoritariamente serbobosnia, un hermoso parque en el que se encuentra la catedral ortodoxa de la Transfiguración, junto a un hermoso monumento que recuerda a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial, y, fren...