Luisa Sigea de Velasco, una dama taranconera adelantada a su tiempo
Quizá tengan razón aquellos que afirman que la historia de la humanidad es siempre una historia escrita por los hombres, y que por ello, y no pon ninguna otra razón, son los hombres los únicos protagonistas de ella. Lo cierto es que, durante mucho tiempo, la investigación histórica ha dado a las mujeres un papel escaso, marginal incluso, y si bien es también verdad que en muchas culturas, éstas se han visto sometidas a una vida casi anónima, escondidas en los gineceos de los palacios o en los rincones más apartados de las casas particulares, alejados de aquellos lugares en los que se tomaban las decisiones sobre la paz y la guerra entre las naciones, e incluso de la vida cultural de las sociedades menos modernas, también es verdad que ese factor aristocrático tradicional en el estudio del pasado ha influido en la forma de hacer historiografía. Desde un tiempo a esta parte, sin embargo, coincidiendo con el desarrollo de los estudios de historia social iniciada por los seguidores d...