Sevilla en Cuaresma: azahar y sueños
En los días previos a la Semana Santa, cuando la primavera está reinando en la noche silenciosa de Sevilla, flotan en el aire, como si de un mar en calma se tratara, los vapores del azahar. Su perfume invade entonces las calles estrechas, solitarias, y los patios de las casas. Es el instante oportuno entonces para que el viajero, ajeno a todo lo que le rodea, piense una vez más en ese mundo mágico que aún pervive en el fondo de su alma, en su pasado y en su futuro. Es el momento de pensar que es cierto lo que una vez dijo el poeta, que en esta época del año, en Sevilla el perfume a limones casi se podría cortar con un cuchillo, que invade con una capa maravillosa de rocío las plazas, y que incluso tapa todos los rincones de esta hermosa ciudad. Cuando eso sucede la luna, una luna redonda como un disco de plata, nos mira desde su altar en la Giralda, y sueña con la próxima vez que volverá a ser redonda, cuando los cristos y las vírgenes de Sevilla vuelvan a salir de nuevo a las cal...