Cuenca [in]accesible por naturaleza: sueño o realidad
En principio, el oficio de historiador incide en el que lo ejerce, de tal manera que todo lo que hace y todo lo que piensa, está siempre influenciado por ese pasado que domina toda su vida. Y sin embargo, el pasado es en realidad la otra cara del futuro, en el sentido de que todo cuanto acontece en un momento del pasado, influye a su vez en el futuro, que es presente sólo en un instante inapreciable, que es al mismo tiempo pasado y futuro. El filósofo hispano-norteamericano Jorge Santayana escribió una vez que “el hombre que no conoce su historia está condenado a repetirla”, y ese es en realidad uno de los mensajes que debemos dar los historiadores, enseñar a la humanidad cómo ha sido su pasado, aprender de ese pasado todo lo que podamos para mejorar nuestro presente. La historia de este siglo XX que se fue nos ha demostrado que muy poco es lo que hemos aprendido del pasado; de nosotros depende que el siglo XXI, que se encuentra ya por su segunda década, nos pueda enseñar los suficie...